Historia De Taxi

Autor: Luis Mauricio Inda Chávez
Seudónimo: Jerónimo
Año: 2012 – Tercer Lugar

Mi historia comienza en mis días de taxista, un día de esos muy malos cuando estaba en mi paradero, pasaron dos muchachos uno moreno, contextura media y el otro rubio y muy delgado, les ofrecí mi taxi y accedieron, me dijeron que iban al otro lado de la ciudad yo encendí mi taxímetro y me sentí muy contento ya que el día había estado muy malo y no había hecho nada de dinero.

Cuando íbamos a mitad del camino a uno de los muchos le sonó su celular (al más moreno) y dice “hola tía, si llegamos el domingo y traje chicle ¿Cuántos quiere medio? Si voy altiro para allá. Y me dice socio de vueltas y me entrego una dirección, el otro muchacho me dice “socio apague el taxímetro porque me lleva nervioso total de todas formas ganara mucho dinero con nosotros. Yo accedí y lo apagué. 

Con la conversación que había sostenido el moreno por celular, me imagine que podría tratarse de droga, pero no dije nada y simplemente los lleve. Cuando llegamos a la dirección que me habían entregado, el moreno se bajó y el rubio se quedó en el auto, me preguntó si yo era el dueño, le contesté que no, que solo era un chofer, que la dueña del taxi era mi madre, me pregunto si era casado lo cual le respondí que, si y que tenía tres hijos, me dijo que él tenía polola y que quería casarse que éste sería su último trabajo y que después se casaría.  Entonces le pregunté ¿en qué trabajas? Y soltó una carcajada me dijo ¿aún no sabes?  o realmente eres muy ingenuo, yo le dije lo segundo, él se reía y me decía que le caía bien y que con ellos ganaría mucho dinero,  me pidió una tarjeta con mi teléfono para así poder llamarme en otras ocasiones  y yo se la entregué,  pero  le advertí que no me metieran en líos que yo solamente sería su chofer,  a lo cual  me contestó  siempre en su tono de burla,  “ya tranquilo pareces una guagua ya estas llorando”  en ese momento el moreno vuelve a subirse al auto y el rubio me dice ya “guagui” vamos.

Me entregaron nuevamente una dirección y en el camino el rubio le dice al moreno que ya era oficial que yo sería su chofer estable, ok contesto el moreno ¿Pero le dijiste que mañana saldríamos fuera de la ciudad para uno encargos? entonces el  rubio me dijo: guagui mañana iremos fuera de la ciudad,  avisa en tu casa que llegaras tarde, le dije que no habría problemas, bueno ese día los dejé en el centro de la ciudad y me pagaron,  al ver la cantidad que me dieron quedé  muy contento por lo que concluí ese día mi jornada de trabajo y me fui a mi casa, le conté a mi señora lo que me había sucedido y me dijo que me cuidara que si veía que era peligroso no me arriesgara.

Al otro día en la mañana, me sonó mi celular muy temprano en la mañana, “Hola guagui” me dijeron, por lo que supe de inmediato que eran ellos me pidieron que los fuera a buscar en el mismo lugar que los había dejado el día anterior. Al llegar ahí estaban los dos esperándome se subieron al auto y me pidieron que los llevara al aeropuerto a buscar a sus pololas.  Al presentarnos les dijeron este es nuestro chofer personal “el guagui “. Y así comenzamos el viaje fuera de la ciudad, llegamos a un lugar que yo no conocía,  nos estacionamos en  un restaurant , el rubio me dio la orden que dejara el auto estacionado para que lo lavaran mientras nosotros almorzábamos y así lo hice, entramos al restaurant y el dueño nos llevó a la parte posterior  del local cerró las puertas y me dijo “pide lo que quieras comer es por cuenta de la casa” y sonrió, bueno en vista de tal ofrecimiento pedí el mejor plato del restaurant mientras ellos hacían sus negocios. Al salir de ahí me enviaron a buscar el auto y el negro me dio una buena cantidad de dinero para pagarle al limpiador.

 Al salir de ahí fuimos a varios sectores de la población a entregar mercadería, así pasamos gran parte del día entregando mercadería y sentía que en cada entrega que hacían yo me iba involucrando cada vez más, pasaba todo el día con ellos, conocieron a mi familia y comencé a ganar mucho dinero.   A mi madre le entregaba más de lo que correspondía, ella nunca sospechó nada.

Un día el negro me dijo que me encargara de arrendar unos departamentos o cabañas ya que venía gente muy importante del norte, pero como siempre solo obedecí sin hacer muchas preguntas, luego el rubio me pidió que lo llevara al supermercado para poder dejar los departamentos con mercadería y que nada les faltara y ahí me volvió a insistir que era gente muy importante la que venía, al parecer ellos los respetaban o realmente les temían.

Bueno esa tarde fuimos al supermercado y el rubio me dice “guagui toma un carro y llénalo con lo que necesites en tu casa”. A esa altura ellos también me compraban la ropa, me vestía igual que ellos, ropa de marca, zapatos caros y siempre con lentes oscuros, me sentía uno más de ellos hasta mi personalidad había cambiado me sentía dueño del mundo, intocable, en ese momento en el interior  del supermercado un guardia de seguridad me comenzó  a seguir por todos los pasillos  ya que yo andaba con una botella de cerveza en mi mano  y muy molesto le pregunté qué estaba pasando si creía que yo no tenía dinero para pagar, así que saque el dinero que llevaba en el bolsillo y se lo refregué en la cara, el guardia se sintió muy humillado y me pidió disculpas, el rubio se puso a reír y me dijo “guagui tranquilo, solamente te falta un fierro y estás listo” yo muy ingenuo pensé que él se refería  realmente a un fierro para poder agredir al guardia pero nunca imagine realmente a lo que se refería.  Al pasar por las cajas el rubio le dice al moreno que yo ya estaba listo para la otra etapa, ya dijo el moreno, mientras yo termino de pagar anda a tu casa a dejar esta mercadería y vueles inmediatamente me habían regalado el carro lleno de mercadería lo lleve a mi casa y mi familia se puso muy contenta.

Volví de inmediato a buscarlos al supermercado para llevarlos al departamento. Así pasaron las semanas ,  un día el negro  me dice “guagui vamos a las cabañas a buscar a las pololas  y de ahí vamos a cambiar los fierros y en ese momento supe realmente a qué se referían con el término de fierros, se referían a pistolas, cada uno tenían dos armas en su poder y nos dirigimos a un lugar para poder realizar el cambio como de costumbre espere unas cuadras antes el moreno se bajó para realizar el cambio y el rubio se quedó en el auto y me dice hoy vamos a probar los fierros tu sabes dónde podemos ir? Les dije que sí.  Cuando llegó el negro con las armas los llevé a un lugar muy apartado de la ciudad, a esta altura,  yo presentía que nada bueno ocurriría, al momento de llegar al lugar, el negro que estaba sentado justo detrás de mí, saca la pistola y me la pone en la nuca y me dice “guagui lo siento pero hasta acá llegaste” me hizo bajar del auto y arrodillarme, en ese momento yo mire al rubio y le pregunté  qué estaba pasando y me dijo que no sabía nada y que solo hiciera lo que me decían, mientras el moreno sostenía aun el arma en mi nuca, me dice “guagui la verdad hermano es que tu sabes mucho y eso no es bueno para nosotros”  y el rubio se puso frente de mí y me dice “guagui no te preocupes tu familia estará bien yo les dejo dinero pero tú tienes que irte”. 

En ese momento muchas cosas pasaron por mi mente, muchas cosas, pensé en mi familia, ellos nunca sabrían realmente lo que pasó, mis hijos crecieran sin su padre y las lagrimas brotaron de mis ojos.  Solo decía; Dios mío por favor cuídalos y perdóname.

En ese momento sus pololas le gritaron que por favor no me mataran, el negro que aún se encontraba apuntándome, sube la pistola a la sien y escucho que pasa la bala por el cargador. Aún mis ojos estaban llenos de lágrimas.   El rubio me dice guagui “mírame” yo lo miro y soltó una carcajada y me dice: eres tan inocente, cómo se te ocurre que nos vamos a deshacer de ti, me toma del brazo, me levanto, me pasa su pistola y me dice ya tú serás el primero en probar las armas, yo en ese momento con la pistola en mi mano mis ojos aún con lagrimas, lo miro y le digo, que pasaría ahora si yo te mato, en ese momento puse la pistola en la frente del rubio.  Yo estaba muy enojado, cuando nuevamente siento que el moreno pone su arma en mi nuca y me dice suelta la pistola o yo te mato y esta vez no estoy jugando.  Mi rabia no me hacia entender realmente en el juego peligroso en que estaba, puse mi dedo en el gatillo al mirar fijamente a los ojos al rubio veía que no sentía miedo y me dice, “dispara y te mueres”.  En ese momento, los tres y sus pololas estábamos en un triangulo de muerte, no sé cuánto tiempo pasó, hasta que una de las mujeres se acerca, me toma la mano de la cual sostenía el arma y me dice “guagui para, tú no eres como ellos, no eres un asesino, eres un hombre de familia, suelta la pistola, en ese momento volví a reaccionar y a pensar en mi familia y dejé caer el arma.  En ese instante el rubio me abrazó y me dijo que los perdonara, que realmente todo era una broma que ellos no pensaban que todo se saldría de control. Me fui al auto, me senté y solo traté de calmarme.  Luego de unos minutos ellos comenzaron a probar sus pistolas.

Al terminar la tarde los llevé al departamento, no les dije nada en el camino, el silencio fue nuestro compañero todo el viaje. Pasaron por lo menos tres días sin tener noticias de ellos hasta que el rubio me llama a mi celular y me pregunta ¿guagui, aún estas enfadado?  -no espero a mi respuesta- y me dice ven que te tengo un regalo, ven a buscarlo.  Al llegar a su departamento me tenían ropa para mi familia, buzos y zapatillas para todos.

Así pasaron nuevamente muchas semanas, conocí mucha gente que traficaba drogas, yo los cuidaba de la policía, si veía que estaban en un lugar solo me desviaba por otra calle y me decían bien, lo haces bien, un chofer como tú siempre nos hizo falta, alguien que nos cuidé. Me ofrecieron que dejara el taxi y ellos me compraban un automóvil particular para que sólo trabajara para ellos, pero yo les decía que ese no era mi trabajo que yo solo era un taxista más.

Un día ellos decidieron hacer una fiesta para todos aquellos que le proveían de mercadería, el rubio me dice guagui hoy tenemos fiesta, te dejo a cargo de todo, encárgate que nada falte. Organicé toda la fiesta compre de todo, incluso contrate mujeres para ellos. Fui a buscar a cada uno de sus invitados y los fui dejando en la fiesta en el momento de dirigirme a una de las direcciones que me entregaron, me llamó la atención que era una casa de muy mal aspecto, de madera, que no se sostenía muy bien, al golpear la puerta sale una señora de baja estatura y me dice a ¿quien busca?   Al Toño,  le respondí,  de parte del guagui , me hizo pasar y cuando entré quede muy sorprendido del cambio en el interior había muchos lujos, muebles, televisores de última generación, equipos de música, era todo muy lujoso estaba muy embelesado mirando cuando de pronto la señora me toma del cuello y me empuja contra la pared y con un cuchillo en la mano me pregunta que quien soy realmente,  que quería y me puso el cuchillo en mi pecho,  justo en ese momento aparece el Toño y le dice que me suelte que yo era el guagui el chofer de los cabros. Por fin al salir de ahí, el Toño me dice que es solamente por precaución lo que hace su madre.

Al llegar a la fiesta me di cuenta que todo estaba saliendo muy bien que todos se divertían yo estaba cansado por lo que le dije al rubio que me iría a la casa a descansar y que lo que necesitara me llamara, el rubio me entendió y como siempre me pagó muy buen dinero.

A las 5 de la mañana suena mi celular, era el rubio me dice “guagui todo se salió de control”, ¿qué paso?  Le pregunte, me dice el negro se puso a jalar y se volvió loco comenzó a disparar y llegó la policía se los llevaron a casi todos, el negro corrió hacia el centro de la ciudad y yo estoy cerca de la línea del tren, ven a buscarme, me dijo.  Cuando llegué al lugar, salió de un costado de la línea, se subió al auto y ahí más calmado, me explico todo mientras nos dirigíamos al centro de la ciudad para buscar al moreno.

Estuvimos en eso como hasta las 10 de la mañana, le dije, rubio como no te vas a descansar a un hotel y luego más tranquilo piensas bien que vamos hacer y me llamas, el accedió.  A las 6 de la tarde me llama y me dice que el moreno esta en el hospital que para no ir a la cárcel se propino un tiro en el estomago y que llamó al norte a sus jefes para contarles lo sucedido, y que había recibido instrucciones.  Luego me pidió que lo fuera a buscar, me puse muy nervioso y preocupado, recién estaba asumiendo realmente en lo que estaba metido y en lo que me había convertido, en un narcotraficante, en el famoso guagui, a esa altura conocidos por todos los narcotraficantes, sin querer o tal vez realmente si quería esa vida y me gustaba sentir la adrenalina. 

Nunca en toda mi vida sentí esas emociones tan fuertes, pero a la vez recapacitaba y decía que realmente no era mi mundo y tenía que salir de ahí, pero no lo hice y seguí con mi ambición. Si hubiese sabido lo que pasaría más adelante, jamás les hubiera ofrecido el taxi a esos dos muchachos aquella tarde.

Bueno me encontré con el rubio y me contó el plan que tenían sus jefes del norte, tendrían que entrar al hospital disparando y rescatar al moreno, me dijo que los jefes llegarían al otro día y que tendría que ir yo solo a buscarlos al aeropuerto,  pero les dije yo no los conozco y me dice tienes que llevar un letrero y ellos te reconocerán, yo le pregunto,  pero entonces que nombre pongo en el letrero y el soltó una carcajada y me dice guagui pero si tu eres muy conocido solo lleva un letrero que diga guagui  y ellos te encontraran.

Al día siguiente me dirigí al aeropuerto con mi letrero ya listo, cuando aterrizo el avión levante mi letrero para ver si alguien se acercaba en eso aparecen dos tipos muy bien vestidos, pero de solo mirarlos recorrió por mi cuerpo un escalofrío, Hola guagui dijo el jefe, ¿Cómo estas hijo? ¿Nos vamos? Si por supuesto respondí cargué sus equipajes y los conduje a mi taxi, los llevé a uno de los departamentos que se habían arrendado para ellos, me dijeron que me llamarían al otro día.

Llamé al rubio y le dije que ya estaba todo listo que los jefes ya estaban en el departamento, ya, me respondió y además me dijo que llegarían más, pero solo por tierra.

Al día siguiente se reunieron todos para planificar el rescate y yo estaba allí como si fuera parte de ellos. Para todos era muy importante rescatar al moreno, sabían que, si se recuperaba y hablaba, varios saldrían perjudicados.

Pensé que esto era algo grande y los riesgos que podría correr, aunque le había tomado mucho cariño al moreno y al rubio, habíamos pasado muchas cosas juntos, habíamos vivido muchos momentos agradables y gracias a ellos mi situación había cambiado enormemente. Salí del departamento para fumarme un cigarro, llamé al rubio a su celular y le pedí si podía salir un momento, el me pregunto qué me pasaba y solo le pedí que saliera un momento 

Al salir me pregunto qué me sucedía, le dije, mira rubio yo se que en esta ocasión nada resultara bien y esto no es para mí. le dije, mírame yo soy un simple chofer de taxi y nada más, soy un hombre que tiene una hermosa familia, una mujer que me quiere y tres hijos que me necesitan, ya no quiero participar más de esto, estoy muy asustado, de verdad amigo te quiero mucho, pero permite que me retire de todo este asunto.  Me respondió, guagui tu eres un parte clave en esta operación, sin ti no podemos hacerlo, tu eres parte de nosotros, eres nuestro hermano no nos puedes dejar ahora, te prometo que después de esto terminamos, todo acabará y yo me casaré y tú serás mi padrino de matrimonio, este será nuestro último trabajo, los jefes nos pagaran muy bien y quedaremos asegurados por mucho tiempo. Le dije, no rubio,  lo siento no puedo,  por favor déjame ir después que pase todo esto nos juntamos planeamos tu boda y yo seré tu padrino, pero ahora solo deja que me retire, habla con los jefes, miente por mi y dile que tuve que salir de la ciudad por un problema urgente , lo pensó por un momento y me dijo: está bien, así se hará, pero para donde te irás?, le contesté: saldré el país,  me iré a la casa de un hermano, me pregunto le pagaste la semana a tu mama?, si, le respondí, entonces de su bolsillo saco mucho dinero y me dijo guagui págale a tu mama un par de meses y déjale este dinero a tu familia para que nada le falte en tu ausencia, además me dio mucho dinero para que tuviera y nada me faltara en la casa de mi hermano, entonces nos dimos un apretón de mano,  pero él me abrazo muy fuerte en ese momento sentí que todo había terminado .

Al llegar a al extranjero a la casa de mi hermano, le conté todo por todo lo que había pasado, en qué me había convertido el último tiempo, él no me reprocho nada, solo me miro y me dijo, tranquilo hermano, aquí estarás bien.

Me recosté un momento para descansar, cuando mi hermano entró al dormitorio muy preocupado y enciende el televisor y me dice, mira las noticias decían que unos narcotraficantes habían intentado ingresar a un hospital a rescatar a otro narcotraficante y en momento de llegar al hospital a los policías les pareció muy sospechoso  y al tratar de controlar el taxi con sus ocupantes, ellos se dan  a la fuga y se produce una balacera en la cual mueren todos los ocupantes del taxi, el rubio sus jefes y el chofer del taxi . Quede paralizado mi hermano me dijo ese era tu destino si no hubieses renunciado a tiempo.

No volví por mucho tiempo a mi país, solo me comunicaba con mi familia por teléfono, pasó mucho tiempo cuando supe que ya nada mas pasaría, volví y lo primero que hice al regresar, ir al cementerio a dejar una flor a un amigo que aprendí a conocer y me mostró un mundo distinto, un mundo peligroso, el que nunca debí conocer, un mundo que era conocido como el “famoso guagui” y un amigo que me salvo la vida.

De ahí, mi vida cambió y nunca más volví a trabajar de taxista.

Después de mucho tiempo cuando ya había cambiado mi teléfono y de casa sonó mi celular y escuche una voz al otro lado que me dijo:” hola guagui”